Por Enrique Jonguitud
Aquí se puede encontrar de todo: televisores, climas, juguetes, ropa, zapatos y alimentos, pero una advertencia aguarda al visitante en cada pasillo: “Todo lo que hay aquí es donado de buena voluntad. No te lleves nada sin pagar. Nuestro vigilante es Dios”.
Entre el raudo tráfico de la calle 8, un enorme letrero invita a pasar para comprar, o mejor aún, a donar alguna prenda olvidada en algún closet, o un aparato de medio uso que simplemente sobró.
Se trata del “Bazar de la Misericordia”, un proyecto que inició hace apenas dos años y cuyas ganancias sostienen dos comedores, además de ayudar a dos refugios de personas adictas a la droga, a un asilo de ancianos y financiar diferentes obras de caridad.
“Es replica de lo que se ve en Estados Unidos, donde hay muchos bazares de este tipo. Entonces la idea nació para financiar todos las obras de misericordia que hacemos”, expone Eugenio Almaraz Hernández, uno de los católicos que da su tiempo libre y su trabajo para que este proyecto funcione.
Afirma que el objetivo del bazar es recibir donaciones en especie para luego vender ropa y artículos a bajo precio, y con ellos obtener recursos para las obras de caridad que se emprenden de manera continua.
“Es una manera de que la gente también se desprenda, porque siempre tenemos baúles llenos, los closets llenos y las cosas se van echando a perder. Es sumamente barato porque hay gente que dona, que quiere desprenderse. La cadena empieza desde el desprendimiento de la gente, nosotros lo ponemos a un precio económico para que la gente pueda accesar y con ese dinero llevamos alimento a los comedores de la colonia Estudiantil y al de la colonia San Agustín”.

MÁS DE 208 MIL VIVEN EN POBREZA EN VICTORIA
De acuerdo con un diagnóstico publicado por el Ayuntamiento de Victoria en su sitio oficial de internet, el 64.9 por ciento de los 321 mil 953 habitantes de la capital del Estado padece pobreza.
Lo anterior significa que 208 mil 650 personas viven dentro de una de las 4 categorías de pobreza determinadas por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
En el marco del Plan Municipal de Desarrollo, la alcaldía reveló las siguientes cifras oficiales determinadas por las investigaciones del CONEVAL:
Del total de habitantes en Victoria el 6.1 por ciento es vulnerable por ingreso; el 34.1 por ciento es vulnerable por carencias sociales; el 22 por ciento tiene pobreza moderada y 2.7 por ciento viven en la pobreza extrema. Todo esto suma el 64.9 por ciento de la población de la capital del Estado.
De acuerdo con el CONEVAL, se considera pobres a quienes no tienen garantizado al menos uno de sus derechos sociales y que tienen ingresos por debajo de la Línea de Bienestar Económico, y pobres extremos a quienes carecen de tres o más derechos sociales y que cuentan con ingresos inferiores a la Línea de Bienestar Mínimo.
Estas cifras corresponden al período 2010-2012 ya que el CONEVAL renueva su informe sobre la pobreza cada dos años.
TODOS PODEMOS AYUDAR AL PRÓJIMO
“Todo prójimo podemos ayudar a todo prójimo. Aquí se trata de una transformación de vida, dar el tiempo, desde que te saca de la zona de confort e ir, ya es una obra de misericordia, desprendimiento de tu tiempo, desprendimiento de tus cosas, y darte al otro”, explica Almaraz Hernández.
“El local es de una persona que de todo corazón lo prestó y desde ahí empezaron las cosas bien. Las cosas materiales se cubren con cosas materiales, pero el acompañamiento, el estar con el enfermo eso ayuda mucho. Las cosas materiales las podemos subsanar, pero el abandono que tienen nuestras personas, el no saber de Dios es peor, eso es lo que nos corresponde a nosotros”, indica.
Luego reflexiona acerca de las condiciones de pobreza e inseguridad que se viven. “Estamos así principalmente por la desintegración familiar, entonces creo que llevando un buen ejemplo, y llevando la evangelización, esto se va a volver a integrar y que los que tenemos recursos podemos darle un poquito más a los que no tienen”.
Eugenio Almaraz Hernández explica que el “Bazar de la Misericordia” es producto del trabajo del Apostolado de la nueva Evangelización, es una asociación civil adherida a la Diócesis de Victoria. Aunque él da la entrevista, por su facilidad de palabra, aclara que cuando menos unos 30 personas colaboran en estas tareas, y a veces más.
Y aunque no paran de entregar ayuda, su principal tarea es evangelizar, como lo hacen en el penal de Ciudad Victoria, donde cada sábado llevan la santa misa a unos 100 internos.
Como todo el financiamiento se obtiene a través de la venta de los más diversos artículos, Eugenio invita a las personas de Victoria a donar o comprar en el Bazar. “Aquí hay buena ropa de 5, 10 ó 15 pesos”, señala.
VOLVER A LOS ANTIGUOS VALORES PARA RECOMPONER EL TEJIDO SOCIAL
“Nuestra base es volver a los valores antiguos, los valores de la familia, de ayudar, de tener el respeto a los mayores, porque el ejemplo arrastra; nuestros hijos y nuestras esposas están en este apostolado porque ven que es un cambio, una transformación de vida”, asegura Eugenio.
“Nosotros vemos que la desintegración familiar es la causa de lo que nos está pasando como sociedad, y nosotros hacemos hincapié en que la responsabilidad es de los padres, tenemos que guardar respeto, tenemos que ayudar siempre a uno más fregado, simple y sencillamente con apoyarlos, no necesitas darle algo”
También profundiza: “la misericordia es hacer tuya la miseria de los demás, que te duela; no necesitamos ver a Jesús que se manifieste sino que lo vemos en cada uno de nosotros, en cada gente que ayudamos, en cada pobre al que le damos”.
Por último dice que “hemos tenido éxito porque vemos que la gente se desprende y porque vemos que la gente viene a comprar aquí, queremos que la gente realmente tenga ayuda después de esto. No salimos con una ganancia porque siempre salimos en ceros, porque siempre el dinero va a faltar”.
Eugenio invita a quienes deseen donar algo o realizar compras en este bazar a que se acerque. El “Bazar de la Misericordia” está ubicado en la calle 8, entre Bravo y Allende, esperando a quien quiera acudir en busca de ayuda, o con la intención de ayudar.

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