SANTIAGO DE CHILE (AP).- El papa Francisco «mintió” al decir que no había recibido testimonio directo de las víctimas que acusan al obispo chileno Juan Barros de encubrimiento de abuso sexual, afirmó este lunes la ONG BishopAccountability.
Según Anne Barrett Doyle, codirectora de esta ONG que denuncia casos de abusos sexuales en todo el mundo, las revelaciones del artículo de AP muestran «que el encubrimiento en la Iglesia Católica continúa y que todavía comienza desde lo más alto”.
El texto detalla que el papa recibió una carta en 2015 en la que una de las víctimas describe con detalle los abusos sexuales que sufrió y cómo las autoridades eclesiásticas chilenas intentaron ocultarlo. No obstante, el papa afirmó recientemente que ninguna víctima había reportado lo ocurrido.
Según Barret Doyle, el papa pudo haberse olvidado de leer la carta de Juan Carlos Cruz, pero aunque esto hubiera sido así hubo otros informes que Francisco habría ignorado y detallaban los abusos de Fernando Karadima, el mayor cura pedófilo de la historia chilena. Sin embargo, esto supondría «que el Vaticano no tiene un sistema en marcha para responder a las acusaciones a pesar de 15 años de escándalos”.
Surgen las dudas
Para la directora de la ONG esta explicación sería poco plausible debido al interés personal del papa en gestionar el escándalo sobre Barros: de acuerdo a otra carta que fue enviada por el pontífice a Chile en 2015  Francisco estaba al tanto del caso y trató de apartar a Barros del obispado.
«La explicación más posible y dolorosa es que el Papa mintió, que fue deliberadamente deshonesto en Chile y durante su conferencia de prensa en el vuelo, cuando afirmó que no había visto evidencia de la complicidad de Barros”, señaló Barrett Doyle.
«Lo que se ha revelado hoy día viene a confirmar lo que nosotros desde el año 2015 venimos denunciando, que finalmente es el conocimiento del papa sobre no sólo quién era Juan Barros, sino de las consecuencias nefastas que iba a traer su nombramiento», explicó a la AP Juan Carlos Claret, vocero de los Laicos de Osorno, un grupo de católicos que han luchado contra Barros desde que fue nombrado obispo hace tres años.
Según Claret, era insostenible argumentar que el papa «no sabía o tenía información sesgada» sobre estos abusos y con la noticia de este lunes quedaría claro que él no sólo tenía conocimiento de las acusaciones, sino que a pesar de ello decidió nombrar a Barros.
Por su parte en la calle las reacciones eran parecidas y los ciudadanos chilenos se mostraban implacables ante las nuevas noticias.