Ciudad del Vaticano, 30 Abr (Notimex).- El Papa Francisco advirtió hoy que los partidos políticos de confesión católica “no son el camino” porque no tendrían capacidad de convocatoria, aunque sí animó a los fieles a involucrarse en la gestión de la cosa pública.

Esto durante un diálogo de preguntas y respuestas que sostuvo con una multitud participante en una audiencia con los miembros de la Comunidad de Vida Cristiana en el Aula Pablo VI del Vaticano.

“Se escucha: óNosotros debemos fundar un partido político! Ese no es el camino. La Iglesia es la comunidad de cristianos que adora al padre, va en la senda del hijo y recibe el don del espíritu santo. No es un partido político”, señaló.

“No, no digamos partido, sino un partido solo de los católicos: no sirve y no tendrá capacidad de convocatoria, porque hará aquello para lo cual no ha sido llamado. Pero, ¿un católico puede hacer política? óDebe! Pero, ¿un católico puede involucrarse en política? óDebe!”, añadió.

El pontífice tenía un discurso preparado, pero prefirió responder las preguntas de Paola, Tiziana, Bartolo y Gianni. Este último le cuestionó sobre el compromiso cristiano en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

Recordó que el beato Pablo VI dijo que la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Entonces dio paso a uno de sus “autodiálogos”, en el cual él se preguntaba y se respondía a sí mismo.

“Pero, padre, hacer política no es fácil, porque en este mundo corrupto (…) finalmente no puedes salir adelante”, dijo. Y apuntó: “¿Qué me quieres decir, que hacer política es un poco un martirio? Si. Eh, si: es una forma de martirio”.

Sostuvo que trabajar en la cosa pública es un “martirio cotidiano”, porque implica buscar el bien común sin dejarse corromper, pensando en los caminos más útiles para ello. “Hacer política es importante: la pequeña política y la gran política”, insistió.

Constató que en la Iglesia muchos católicos han hecho política “no sucia” sino buena e incluso han ayudado a la paz entre los países.

Estableció que “se puede ser santo haciendo política”, llevando adelante todos los días el propio ideal, cargando “la cruz de tantos fracasos” y de “tantos pecados” porque, en el mundo, es difícil hacer el bien en la sociedad “sin ensuciarse un poco las manos y el corazón”.

“¿Cuál es la solución que nos ofrece este mundo globalizado para la política? Simple: al centro, el dinero. No el hombre o la mujer: no. El dinero. El dios dinero. Y después todos al servicio del dios dinero. Por eso, lo que no le sirve al dios dinero se descarta”, precisó.

“Lo que nos ofrece hoy el mundo globalizado es la cultura del descarte: Se descartan los niños porque no se tienen hijos o porque se matan antes de nacer, se descartan los ancianos porque no sirven, pero ahora que falta el trabajo van a ver a los abuelos para que la pensión nos ayude ¿no?”, cuestionó.

Estableció que los católicos no pueden mirar los hechos “desde el balcón” sino que deben involucrarse en política. “Te hará sufrir, por ahí te hará pecar, pero el señor está contigo. Pide perdón y sigue adelante”, ponderó.