Mirna Hana, una niña iraquí de 11 años, recibió una carta de amenaza en la puerta de su casa. El remitente era el grupo Estado Islámico (EI) y su mensaje era claro: la iba a secuestrar y luego a matar.

El padre de Mirna, funcionario en el gobierno de su país, guardó en secreto junto a su esposa la carta de amenaza porque no quería que su hija se asustara. Sin embargo, no podían permanecer más tiempo en su país y correr el riesgo de que en cualquier momento el EI abordara a Mirna en la calle y cumplieran su cometido.

El temor es peor en medio de la ola de violencia que azota a Irak y más cuando se conocen los alcances del grupo terrorista, que ante los ojos del mundo ha realizado ejecuciones y ha llevado a cabo sendos atentados, como los de París.

Un video en el que se ve cómo el EI ejecuta a 200 niños Siria fue uno de los hechos que han conmocionado al mundo y que ponía en relieve la futura situación de Mirna.

Aunque no se esclareció la razón por la que querían acabar con la vida de la niña, esto pudo deberse a que Mirna y su familia es cristiana, una fe perseguida por el grupo terrorista. Según un informe publicado por Open Doors, una organización internacional de ayuda a los cristianos perseguidos, señala que el número de cristianos asesinados a causa de su fe en el mundo pasó de 2.100 a 7.100, es decir, más del triple que hace dos años

La organización señala en el informe que una de las causas de este incremento se debe al grupo Estado Islámico y la falta de leyes de protección a las minorías religiosas de los ataques provenientes de extremistas musulmanes, hinduistas y budistas.

Mirna Hana estaba entre la vida y la muerte. Así que su padre renunció a su trabajo y tomó la decisión de migrar a Líbano con su familia.

Ocho meses después de su llegada, Mirna tuvo la oportunidad de contar su historia cuando se presentó al programa ‘The Voice Kids’.

El escenario se mantuvo en silencio, la pequeña niña estaba en el centro de la tarima y la voz que huyó de la muerte comenzó a cantar ‘Ayer en mi sueño’, una canción en árabe que ella misma escogió para la audición.

Los tres jurados se dieron la vuelta –la señal del programa para elegir al competidor–, pero Mirna no se detuvo y como homenaje a la historia de su familia también cantó un fragmento de la canción ‘Libre soy’ de la película animada ‘Frozen’.

Mirna no es la única participante que padeció una situación de peligro. Días antes Ghina Bou Hamdan, una niña siria de 9 años, interpretó ‘Dennos la niñez, dennos la paz’, del cantante libanés Remi Bandali.

Al poco tiempo de haber comenzado su presentación, la niña rompió en llanto, lo que hizo que uno de los miembros del jurado la abrazara y la motivara a continuar con la canción.

El video de la audición de Mirna Hanna se ha convertido en un fenómeno viral con cerca de 21 millones de reproducción.

¿Qué pudo pasar si Mirna no hubiera escapado?

Los medios de comunicación han reportado casos de menores de edad que han sido secuestrados, vendidos, explotados o educados conforme a la ideología del grupo Estado Islámico. Esto hace creer que, en caso de que el Estado Islámico la hubiera secuestrado y hubieran cambiado de parecer y no la mataran, Mirna podría haber sido obligada a convertirse al islam que el grupo proclama y a casarse con algún militante del grupo.

Otra opción pudo ser la de venderla como esclava por un precio cercano a los 165 dólares, precio que constató en el mes de agosto del 2015 Zainab Bangura, la enviada especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre violencia sexual en conflictos, quien lo reveló en una entrevista a ‘Bloomberg’. Otro posible camino pudo ser el denunciado por la ONU en el que todas las niñas y mujeres entre 11 y 46 años debían ser sometidas a la mutilación genital femenina.