El Vaticano no comentó hoy la carta que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dice haber mandado al Papa para reclamar una disculpa por los supuestos crímenes cometidos por la Iglesia católica durante la conquista de América y recordó el pontífice ya pidió perdón sobre esta cuestión.

El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, dijo a Efe que «por el momento» no tiene nada que aportar pero subrayó que «como es sabido, el Santo Padre se ha ya expresado con claridad sobre esta cuestión».

El presidente mexicano informó el lunes de que ha pedido por carta al rey de España, Felipe VI, y al papa Francisco que se disculpen por los abusos cometidos por los españoles y la Iglesia católica durante la conquista del actual México.

En julio de 2015, en su viaje a Bolivia, Francisco, primer papa latinoamericano de la historia, pidió «humildemente perdón» no sólo por «las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América».

Aquí quiero detenerme en un tema importante. Porque alguno podrá decir, con derecho, que cuando el papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia
afirmó el papa argentino en un acto con los movimientos populares en Santa Cruz de la Sierra.

Francisco reconoció «con pesar» que «se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios».

Recordó también que ya lo reconocieron tanto sus antecesores como la Conferencia Episcopal de América Latina y citó las palabras de Juan Pablo II, quien «pido que la Iglesia se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos».

En Santo Domingo el 12 de octubre de 1992, el hoy santo Juan Pablo II pidió perdón a las poblaciones americanas por las «injusticias» cometidas contra sus antepasados.

«La Iglesia, que durante estos 500 años os ha acompañado en vuestro caminar, hará cuanto esté en su mano para que los descendientes de los antiguos pobladores de América ocupen en la sociedad y en las comunidades eclesiales el puesto que les corresponde», afirmó el pontífice polaco.

Benedicto XVI fue duramente criticado tras su viaje a Brasil en 2007 por no mencionar el periodo de la colonización.

Por ello aprovechó una audiencia para señalar que «no se puede ignorar las sombras que acompañaron la evangelización del continente latinoamericano», así como el «sufrimiento y las injusticias infligidos por los colonizadores a las poblaciones indígenas».