Ciudad de México.- Un estudiante de ingeniería del Instituto Politécnico Nacional (IPN), el cual sólo robaba por “divertirse” con sus amigos, fue quien mató hace poco más de un mes a un médico residente del Hospital La Raza, en las inmediaciones de este centro médico.

Y lo hizo porque el joven doctor Carlos Cruz, se negó a entregarle su teléfono celular y su computadora, a pesar de que ya lo había golpeado y lo tenía sometido en el piso.

Se trata de Antonio Hernández, un joven de 23 años, quien fue capturado este fin de semana por agentes de la Fiscalía Central de Homicidios que le siguieron la pista hasta su casa en el Estado de México.

Antonio Hernández estudiaba una ingeniería en el IPN, solía salir a fiestas a beber, tenía un auto y en su perfil de Facebook presumía su gusto por las series de narcotraficantes, como el Cártel de Los Sapos.

Desde hace más de tres meses él y otros dos amigos se dedicaron a asaltar en los alrededores del Hospital La Raza, en la zona de Azcapotzalco.

Las autoridades saben que atracaron a una joven doctora en enero y tiempo después intentaron hacer lo mismo con el médico residente Carlos Cruz, originario de Oaxaca.

Sin embargo el doctor no dejó que lo despojaran y Hernández le disparó para quitárselas.

Un automovilista qué pasó por la zona provocó que el delincuente se asustara y decidiera huir. En el piso dejó el aparato que quería robar y al hombre herido, que minutos después perdió la vida en el hospital en el que trabajaba.

El delincuente corrió y subió al auto en el que ya lo esperaban sus cómplices. La luz trasera rota de ese vehículo en el que escapó fue la pista que permitió a los agentes ubicar la unidad en su fuga hacia el municipio de Coacalco, Estado de México.

El testigo que lo vio huir contó a los agentes ese detalle del carro. Así los investigadores rastrearon el Nissan Versa negro.

En un principio, los agentes creyeron que el homicidio tenía como móvil una riña, pues hubo quien escuchó al joven médico gritar y forcejear con su agresor. La hipótesis creció cuando notaron que no le habían robado nada.

Sin embargo, las indagatorias revelaron que el robo era el motivo del crimen: Hernández y una persona cercana a él decidieron dedicarse a robar para tener más dinero para pagar sus fiestas.

En su perfil de Facebook el joven que ahora está preso en el Reclusorio Norte muestra fotografías con amigos en fiestas, en salidas a La Marquesa y en sus salones de clases del IPN.

Las autoridades que indagan el crimen saben que una de las personas que aparece en esas fotografías es uno de sus cómplices. Ayer, el Fiscal que encabezó la indagatoria, Marco Reyes, dio a conocer la captura del joven, quien de ser encontrado culpable del crimen podría alcanzar una pena de hasta 50 años de prisión.