Crónica por: Rigoberto Hernández Guevara

Ciudad Victoria, Tamps.- Como en “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez, muchos años después los comentaristas de fútbol nacional recordarían la vez que el rector de una Universidad pública entró de cambio en un partido de fútbol de primera división profesional.

Sí. Eran días de gloria. El auge futbolístico de ciudad Victoria llegaba a su clímax con el equipo El Club de Fútbol Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, mejor conocido por la afición como «Los correcaminos», el simplemente el «corre», cuya mística de entonces fue de mucha garra y entrega.

Por ese tiempo la afición creó verdaderos ídolos locales. Los jugadores casados permanecían por temporadas en el equipo, traían a su familia completa y metían a sus hijos a los colegios y escuelas locales. Los solteros agarraban novia y muchos de ellos se quedaron a vivir en la ciudad, se casaron con victorenses y fueron nuestros vecinos por un tiempo o se llevaron a la mujer a otras tierras, donde otros equipos los contrataron.

Los encontraba uno en el centro de la ciudad en compañía de otros jugadores. La gente los saludaba y los conocía de lejos en las calles. Era común coincidir con sus familias en los centros comerciales comprando el sustento. Aquel equipo había involucrado a las familias victorenses.

Curiosamente, el mote “Correcaminos”se anunció por primera vez en 1970 y se adjudicó este nombre al equipo de fútbol americano de la UAT. Se atribuye a Francisco Díaz Navarro quien lo propuso, al considerar el ave como propia de la región y muy veloces.

El equipo había recorrido un breve trecho desde su nacimiento en la tercera división hasta su ascenso a la segunda división y de ahí a la primera división. De aquel equipo amateur formado por el señor José Manzur en los campos llaneros de la UAT, al que ahora se plantaba en la primera división la diferencia era abismal.

Los aficionados al fútbol, de esos que se denominan de hueso colorado, han de recordar como si fuese ayer la expresión del Panchillo Fernández y la algarabía en el estadio Azteca luego de convertir en gol el último penal con el cual el equipo ganaba la final a los gallos Blancos del Querétaro y ascendió a la primera división.

El equipo era dirigido por quien los ascendió, Diego Malta, y en el equipo de primera división había jugadores de la talla de Fernando López Vega, Rubén “La Rana “González, Juan Salas, Ernesto Sosa, Armando Manzanares, Armando Serratos, José Treviño, Jorge Daniel Jara, José Luis “La calaca” González, Luis “Lucho”González.

La primeras temporadas las jugaron los domingos al mediodía y por los mismo algunos equipos se quejaban del clima y su rendimiento físico. Lo cual muchas veces fue utilizado como pretexto para explicar sus derrotas, ante un equipo que era apoyado por la afición haciendo grandes entradas, viniera el equipo que viniera.

Esa misma primera temporada el equipo desciende y el patronato del equipo apoyados por el gobierno del estado de Tamaulipas, compró la franquicia de los Toros de Ciudad Neza, para continuar en el máximo circuito del balompié mexicano.

Se trataba de mantener a un equipo de primera división. Pero también se pensaba en grande. Eran tiempos de cuando al frente de la directiva estaba Francisco Adame Ochoa, director de deportes de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. El equipo duró de 1987 a 1995 en la primera división.

Otro de los momentos memoriosos de este equipo fue cuando en el torneo de verano de 1997 (dos años después de su descenso) tuvo ocasión de regresar, pero el equipo, luego de ganar como visitante en la final a los Tigres de la UANL, en el partido de casa se dejó remontar con un marcador aplastante que irritó a la afición.

Surgió entonces la leyenda aquella de que aquel equipo dirigido por Raúl Arias se vendió. E inició la desconfianza, pues cada que el equipo perdía un partido en la liguilla durante los años subsiguientes se prestaba a soeces comentarios del aficionado paga boleto.

Durante ese tiempo a la fecha, de su descenso, el equipo ha tenido altibajos que llevaron a la afición de la alegría al llanto. De la esperanza a la decepción. Entrenadores fueron y volvieron. Incluso se intentó con ex jugadores emblemas del equipo como Raúl Martínez Sambulá, y Nelson Sanhueza, pero no obtuvieron buenos resultados.

Encabezado en primera instancia por Enrique de la Garza Ferrer y más recientemente a la fecha por Francisco Filizola González, en diversas ocasiones el equipo a estado a punto de ser enviado a otras cedes, tal como la misma universidad lo había planteado durante la rectoría de pasado.

Sin embargo el equipo se ha mantenido en estos 20 años de intentar subir a la máxima categoría del fútbol. La directiva ha puesto a disposición de la afición un equipo que promedia muy buenos puntos en estas últimas temporadas. Sin embargo la afición está inconforme.

Para ello el equipo no ha subido en los últimos años pero ha logrado muy buenos puntos incluso en el torneo 2012 se alcanzó la final pero se perdió. En el torneo clausura 2013 se perdió en semi finales, en el apertura de esa mismo año se perdió en la primera fase de liguilla.

En el torneo clausura del 21014 se alcanzó el súper liderato y se llegó a la final, pero se perdió también. Mismos años en que el delantero Roberto Nurse logró el titulo individual de goleo.
Y de ahí los años, como dijera el poeta.

En los últimos, los rumores acerca del equipo, como cada fin de temporada, van y vienen. La gente ya se acostumbró al vaivén de ilusiones. Pero siempre con la esperanza de subir a la Primera.

O como lo apunta el mismo García Márquez en el final de su famosa novela: “…las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra”.