México (Agencias).- La calificadora Moody’s expuso que el Proyecto de Presupuesto 2016 para México podría tener un efecto negativo en los estados de ser aprobado tal cual se presentó por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), pues se prevé una caída de transferencias federales para financiar proyectos de infraestructura.

Moody’s explicó que aunque las pérdidas se compensarán con un crecimiento en las participaciones y que globalmente la reducción es de uno por ciento, para algunos estados esto será perjudicial en su liquidez que podría sufrir un deterioro, pero además en sus niveles de deuda.

La reducción estimada es de 23.58 por ciento respecto a lo aprobado en 2015, lo que llevaría a un aumento de endeudamiento pues los estados podrían optar por financiar proyectos de infraestructura de esta manera.

En el mismo tenor, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) llamó a los gobernadores a hacer un compromiso público para sumarse a la iniciativa de austeridad en materia de presupuesto y los instó a emprender programas de reducción de deuda, tras señalar que en siete entidades federativas los pasivos alcanzan niveles críticos.

De acuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos de 2016, las participaciones que reciben los estados son su principal fuente de ingresos, y para el próximo año se prevén recursos por 679 mil millones de pesos.

El presidente de Coparmex Juan Pablo Castañón explicó que tales recursos estarán limitados para los gobiernos de los estados a través de convenios con el Gobierno federal para financiar obra pública y otros servicios y –de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda–, en siete entidades federativas el nivel de deuda es tan grande, que ni todos los recursos que reciben de las participaciones federales alcanzarían para liquidarla.

“Hablamos de estados como Sonora con pasivos por 120 por ciento de sus participaciones; o Nuevo León, con 229 por ciento; Chihuahua, con 240 por ciento; Coahuila con 249 por ciento, Quintana Roo con 280 por ciento, Veracruz con 116.8 y Nayarit con 103.3 por ciento de sus participaciones de todo lo que reciben de la federación”, dijo.

Puntualizó que las obligaciones financieras de estas siete entidades representan 45 por ciento de todos los pasivos estatales y municipales.

 

De acuerdo con la calificadora internacional, las transferencias a los estados han contribuido a que desde 2012 el crecimiento del endeudamiento haya sido menor al de años pasados.

Detalló que para 2016, el gobierno federal está proponiendo una reducción del 23.58 por ciento en los convenios y otras transferencias, lo representa un cambio drástico respecto a la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) del 23.93 por ciento para estas transferencias entre 2010 y 2014.

Moody’s aclaró que aunque es difícil medir el impacto de esta reducción a nivel de cada estado, ya que la mayoría de estas transferencias son distribuidas durante el año fiscal para el cual fueron presupuestadas, los estados que presentaron los CAGRs más elevados para los convenios y otras transferencias entre 2010 y2014 y que pudieran resultar afectados son Guerrero (Ba2/A2.mx), Baja California Sur (no calificado), y Quintana Roo (no calificado).

Por otra parte, la calificadora previó que el Fondo General de Participaciones crezca un 5.1 por ciento y que las aportaciones (Ramo 33), transferencias etiquetadas para financiar servicios públicos básicos aumenten 4.3 por ciento y que las destinadas para seguridad caigan 14.5 por ciento.

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De acuerdo con datos de la SHCP, la deuda pública nacional casi se triplicó en ocho años al pasar de 186 mil 470 millones de pesos en 2007 a 509 mil 690 millones de pesos en el último trimestre de 2014, lo que representa 3.1 por ciento del PIB.

Los estados que podrían calificarse como los más críticos son Nuevo León y Chihuahua por llegar hasta cuadruplicar sus adeudos. La deuda en Chihuahua representa el 9.0 por ciento del PIB, mientras que la que le sigue, Quintana Roo, es de 7.4 por ciento.

La deuda pública de Nuevo León ha aumentado en más de 34 mil millones de pesos durante la administración del priista Rodrigo Medina de la Cruz y en el primer trimestre de 2015 se situó en 61 mil 180 millones de pesos.

Veracruz tiene una deuda de 41 mil 355 millones de pesos, el Estado de México con 39 mil 507 millones, le siguen Coahuila con 34 mil 862, Jalisco con 26 mil 387 millones, Quintana Roo registra 21 mil 174 millones, Chiapas 20 mil 140 y Sonora 19 mil 804 millones de pesos.

El presidente de la Coparmex exhortó a los jefes de los ejecutivos estatales a trabajar para reactivar la economía de las diferentes regiones del país.

“Pedimos un compromiso claro en el que se comprometan al pago ágil a proveedores y a priorizar proyectos multiplicadores del crecimiento económico, con esquemas de estímulos a las inversiones”, señaló.

Consideró que el pago a los proveedores sería la forma más rápida y ágil en que los gobiernos de los estados pueden dinamizar el cierre de 2015.

Puso el ejemplo de entidades como Tlaxcala, cuya proporción de su deuda alcanza apenas 0.3 por ciento de sus participaciones; Querétaro con 16 por ciento, Campeche con 20 por ciento, Guerrero con 21 por ciento o Tabasco con casi 22 por ciento, lo que “comprueba que sí es posible la racionalidad y continuar con el progreso regional”.

De igual forma, Castañón demandó a los gobiernos estatales compromisos con la transparencia y la rendición de cuentas, pues consideró necesario homologar la forma en que los estados presentan su información financiera y contable y en este punto la participación de la sociedad es indispensable.

“Deberán elaborar presupuestos austeros, reducir el gasto, no crear más impuestos ni aumentar los existentes, a focalizarse en los programas que tienen mayores resultados, a eliminar los que están duplicados o que ya no cumplen con los objetivos y a corresponder al gran esfuerzo que harán los contribuyentes durante 2016”, afirmó el presidente nacional de la Coparmex, Juan Pablo Castañón.