México (Agencias).- Después de 20 horas de discusión en un recinto alterno, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en su totalidad la reforma energética que, entre otros aspectos, pone fin a la prohibición —vigente desde 1960— de otorgar contratos a particulares en materia de petróleo e hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos.

Con 353 votos a favor y 134 en contra, los legisladores avalaron sin cambio el proyecto que igualmente suprime el carácter de «área estratégica» al petróleo y demás hidrocarburos, así como a la petroquímica básica, que se mantenían desde 1983.

La redacción propuesta para el artículo 27 constitucional mantiene la propiedad de la nación como «inalienable e imprescriptible» sobre el petróleo y los hidrocarburos, además de conservar el impedimento de otorgar concesiones.

No obstante, y con el propósito de obtener ingresos que contribuyan al desarrollo nacional de largo plazo, la minuta prevé actividades de exploración y extracción de petróleo y demás hidrocarburos «mediante asignaciones a empresas productivas del Estado o a través de contratos con estas o con particulares».

El paquete de reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política será turnado en las próximas horas a los 31 congresos locales para su ratificación en al menos 16 de ellos.

Por mayoría, las fracciones de PRI, PAN, Partido Verde y Nueva Alianza desecharon una a una más de 600 reservas presentadas por 102 legisladores de las fuerzas de izquierda.

Al momento de la votación en lo general y en lo particular, representantes del PRD, Movimiento Ciudadano y PT calificaron de «traidores» y «vendepatrias» a priistas y panistas, quienes a su vez gritaban «¡burro!» a todo aquel legislador que votaba contra las reformas a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política.

Durante la madrugada del jueves, el perredista Antonio García Conejo, hermano del coordinador Silvano Aureoles, protagonizó la anécdota más notable de la prolongada sesión, al desnudarse hasta quedar solamente en calzoncillos en plena tribuna, con el fin de ilustrar el «despojo» que a su juicio representa la reforma energética.