México (Agencias).- En México hay siete formas de delitos que se cometen vía telefónica y al año casi un millón de personas caen en estas trampas, es decir, entregan lo que les piden los extorsionadores.

Son siete estilos de delinquir donde los mensajes de texto o las grabaciones son la constante y lejos de acabar con estos delitos, la tecnología permite que los delincuentes evolucionen con novedosas prácticas.

Las siete formas identificadas, son: La grabación. En esta práctica, los delincuentes llaman y dejan correr sonidos de niños que piden auxilio, causando pánico en las personas que responden el celular.

En este caso es común que la persona que reciba la llamada, al quedar en estado de shock, cree que efectivamente fue secuestrado un familiar y accede a las peticiones de sus extorsionadores.

La segunda forma de delinquir es conocida como “boletazo” y en este caso el extorsionador convence a sus víctimas de haber ganado cierta cantidad de dinero, para la cual tiene que comprar tarjetas telefónicas y depositarla en un número específico.

Es en este caso, la práctica común es que estas llamadas son realizadas desde algún centro penitenciario del país y los internos, al azar o consiguiendo los números telefónicos de conocidos o visitantes, extorsionan vía telefónica.

El familiar de Estados Unidos

La familia que viene de Estado Unidos y que aparentemente fueron detenidos en la frontera por policías mexicanos es la tercera forma de delinquir vía telefónica. Aquí, el extorsionador se hace pasar por un familiar que tiene años de no venir a México y por consiguiente no ha visto al supuesto familiar que llaman por teléfono.

En esta modalidad, el delincuente se hace pasar por el familiar que viene del vecino país de norte, a quien pide encarecidamente que le depositen dinero para seguir con el viaje, con el compromiso de reembolsar el dinero “prestado”.

La cuarta forma de extorsión vía telefónica es el que se presenta como un supuesto “Zeta”, es decir, integrante de este sanguinario grupo delictivo que opera en varios estados del país.

Al llamar por teléfono a su víctima, el supuesto “Zeta” exige dinero a cambio de soltar o no secuestrar a un familiar y amenaza, de no depositar dinero solicitado, con ejecutar al supuesto familiar secuestrado.

También es común que estas llamadas tengan su origen en algún reclusorio o cárcel del país, obteniendo con cierta facilidad el número telefónico, celular o fijo, de sus víctimas.

La quinta manera detectada para extorsionar, vía telefónica, se da a través de un mensaje de texto con el número telefónico de la Secretaría de Gobernación diciendo haber ganado un premio; piden que hable a un teléfono para saber dónde mandar el supuesto premio.

El hijo detenido

Otra forma de extorsión detectada es el de “hijo detenido, por robo, en un centro comercial”, pidiendo un depósito de dinero a fin de que el familiar no sea remitido a las autoridades correspondientes.

La séptima forma detectada para extorsionar a través del móvil es el de la “amenaza de secuestro o lesiones a domicilio. En esta vertiente, el delincuente afirma tener el “encargo” de secuestrar, lesionar o incluso privar de la vida a alguno de sus familiares y solicita el depósito de cierta cantidad de dinero, con el compromiso de no llevar a cabo dicha conducta.

Además de estas formas de delinquir vía telefónica identificadas por la American Society for Industrial Security (ASIS), en su capítulo México, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (ENVIPE) 2015, los tres principales delitos que se presentaron durante 2014 fue el asalto en la calle o transporte público, el cual representó el 28 por ciento del total de los delitos.

Al asalto le sigue el delito de extorsión con el 23.6 por ciento; el robo total o parcial de un vehículo registró un 11.7 por ciento.

La ENVIPE señala que la extorsión es el delito más frecuente en 22 de 30 entidades del país. El 94.7 por ciento de los casos de extorsión fue vía telefónica y casi el 6 por ciento de los casos entregó lo solicitado.

Ante este escenario, la Comisión Permanente solicitó, a través de un punto de acuerdo, a la Comisión Nacional de Seguridad medidas de prevención sobre este tipo de formas de delinquir.

Asimismo, diputados y senadores solicitaron información a la Comisión respecto a alguna investigación que estén realizando respecto a los mensajes de texto de remitentes desconocidos enviados a miles de teléfonos celulares en el país, ante la posibilidad de tratarse de una estrategia delictiva.