Curiosamente con el inicio del proceso electoral, se han agudizado las descalificaciones y las protestas contra el Gobierno que dirige el Alcalde de Victoria Alejandro Etienne Llano, y como el mismo priista lo ha reconocido públicamente, no entiende el trasfondo de las grillas vertidas en su contra.

Si me preguntan, yo dría que si entiende, es más podría asegurar que sabe de dónde salió, por ejemplo, aquel mensaje que circuló en redes sociales y que apuntaba a que la Dirección de Transito traería las garras poco más que afiladas. Hombre son elecciones y el dinero va asegurar más años mamando de la ubre.

Sin embargo, raudos y veloces desmintieron la versión que se trataba, más bien, de una de esas historias de terror que suelen soltar algunos tenebrosos cuando desean causar caos.

En palabras del alcalde, “Son multas exorbitantes que no corresponden al reglamento de Ciudad Victoria que todos ustedes conocen y sin duda invitar a la ciudadanía, que si gustan tener más información, en nuestra página oficial está el reglamento y se puede ver con detalle los importes de las multas en el municipio”.

“Seguramente eso tendría otra finalidad, incluso vienen supuestos que no son ni siquiera casuales viales, las multas son las mismas del reglamento y no tienen nada que ver con las que están circulando en redes sociales”, apuntó.

En esa misma entrevista, otro compañero reportero cuestiono el problema que existe en los trabajos que se realizan en la zona conocida como la Peregrina.

¿Los campesinos paralizaron la obra en la peregrina, dicen que si no les pagan 36 millones de pesos no van a dejar que sigan los trabajos?

“Habría que ver, porque las aguas son propiedad de la nación y habría que ver las medidas necesarias para su condición o si hay alguna afectación a intereses particulares protegidos por derechos pues habría que respetarlos”, respondió.

En sus respuestas Etienne Llano lucia sereno, quizás ya acostumbrado al trajín informativo y político que ahora es su mundo, incluso sin preguntarle, algunas veces, hace alusión al problema de los pavimentos en la ciudad. Dicen por ahí que trata de curarse en salud.

Aquí el chiste es que el “otrora gallo más fuerte” para la grande sigue perdiendo gas y no es porque no esté trabajando, más bien, y a ojo de buen cubero, es porque alguien está interesado en que llegue al tramo final más cansado.

En fin.