Los juanetes, nombrados también Hallux Valgus, son la desviación de la articulación de la base del primer ortejo (dedo gordo del pie) hacia el segundo ortejo, dando lugar a una prominencia generalmente dolorosa en la base del primero. En otras palabras: el dedo gordo se desvía hacia el segundo y esta deformación produce dolor.

Como factores de riesgo de los juanetes podemos encontrar:

Deformaciones del pie, como el pie equinovaro (zambo) o pie plano.

Artritis reumatoide.

Síndrome de Ehlers-Danlos, en el que, en su forma más sencilla, por escasez de colágeno, las articulaciones tienden a ser mucho más flexibles de lo normal.

Síndrome de Marfan clásico, en el que hay un crecimiento descontrolado de los huesos.

Daño por traumatismo (como un golpe muy severo) que pueda llevar a un esguince o luxación de la articulación del dedo en cuestión.

La obesidad y el sobrepeso provocan pronación (rotación hacia el interior) del pie al caminar o correr, lo que da como resultado mayor presión en la articulación del dedo gordo, desviándolo hacia el segundo dedo.

El uso de zapatos estrechos, que terminen en punta o con un tacón mayor a 7 cm.

Cómo se manifiesta este padecimiento

Dolor de larga duración con la sensación de punzadas a nivel de la articulación del dedo gordo, que se incrementa con el uso del tipo de calzado mencionado anteriormente y el estar mucho tiempo de pie o caminando.

Aumento de volumen (bunio) a nivel de la articulación mencionada.

La deformidad del primer ortejo con la desviación hacia donde se encuentran los otros dedos del pie.

El médico debe realizar radiografías del pie para poder confirmar el diagnóstico y evaluar el grado de deformidad que exista, o en caso de que se descarte el Hallux Valgus pensar en cualquier otro padecimiento como condromatosis, artritis degenerativa, sinovitis o tendinitis, entre otros.

Los tratamientos

El uso de calzado de horma ancha y con un tacón que no supere los 7 cm de altura.

Usar cojinetes de protección a nivel del bunio disminuye la fricción de éste con el calzado.

Aplicación de hielo local para disminuir la inflamación.

El uso de férulas para el primer dedo del pie llega a disminuir la desviación articular.

La rehabilitación ayuda a mejorar la marcha y por lo tanto a disminuir las molestias.

Administración oral y local de antiinflamatorios y analgésicos.

Si los tratamientos anteriores no dan resultados la opción es el tratamiento quirúrgico.

Recuerda siempre consultar a tu médico ante cualquier duda.