La Embajada de México en Berlín fue la sede de una subasta de arte mexicano contemporáneo para ayudar a las víctimas y los afectados de los sismos de septiembre en México, de 38 obras que se subastaron, 36 fueron adquiridas.

El dinero será entregado a la Cruz Roja de Alemania, para que ésta a su vez lo haga llegar a sus contrapartes en México. A la subasta acudió un buen número de galeristas y coleccionistas que mostraron mucho interés en el arte mexicano para ayudar a México.

La red de Talentos Mexicanos-Capítulo Alemania llevó a cabo la mayor parte del trabajo de coordinación, los artistas mexicanos donaron sus obras, ni el subastador alemán ni sus asistente cobraron honorarios, la Embajada puso a disposición sus instalaciones, su personal y su infraestructura.

El embajador de México en Alemania, Rogelio Granguillhome, y la Red de Talentos Mexicanos-Capítulo Alemania, dieron la bienvenida al público asistente.

Para iniciar se mostró un video con los sucesos, así como sobre los trabajos y los avances en México para reconstruir y reedificar. Los cuadros a subastar fueron colocados en el Foro Cultural de la Embajada de México en Alemania.

Durante dos horas el público pudo apreciar los cuadros a subastar, hablar con los artistas y con el subastador, y después se inició la puja, encabezada por el galerista y subastador, Matthias Fischer, quien manejó el evento desde el principio.

“Fue una dinámica muy agradable y cálida, como entre conocidos”, apuntó Bianca Monroy, de la directiva de la Red de Talentos Mexicanos-Capítulo Alemania.

Fischer es fundador de Lakeside Interiors así como director de Clásicos y Diseño de esa galería berlinesa. Condujo durante varios años subastas de arte inglés. Determinó previamente en qué orden se ofrecerían las obras y motivó al público asistente a comprarlas. Es conocedor de la dinámica de las subastas en Europa y empezó ofreciendo las más accesibles en cuanto a precio.

“La subasta es una muestra de que los mexicanos en el extranjero nos podemos coordinar para crear sinergias y para apoyar a México aún a la distancia. Habla además de la capacidad de organizarse fuera del país para llevar a cabo proyectos de alto impacto, con sensibilidad y empatía“, dijo la pintora.

Hubo además un momento culminante, cuando un coleccionista alemán compró la pintura más cara y la donó a la Embajada para que ésta la sumara a su colección de arte mexicano.