Yuri cree en el valor de la mujer pero no cree en el feminismo. La jarocha es muchas cosas: cantante, actriz, coach de realities, conductora, voz de la mujer aguerrida, comediante… pero no es feminista.

En el credo de Yuri hay ideas firmes en cuanto a la música y la defensa de la dignidad de la mujer pero también acerca de la igualdad de género. A la luz del movimiento de mujeres que han salido a las calles para exigir un alto a las violaciones y agresiones en su contra, la cantante marca una línea.

Por tus canciones y tu vida personal se te ubica como figura de la mujer aguerrida, ¿te consideras una feminista?

No. Para nada. No soy feminista. Creo que soy una persona que valora a la mujer, que piensa que las mujeres tienen un valor que nos otorga Dios pero no somos más ni menos que el hombre. Estamos en condiciones de igualdad: la mujer tiene una función y el hombre tiene una función. Cuando la mujer se mete a hacer la función del hombre, fracasa; y cuando el hombre se mete a la función de la mujer, fracasa.

¿Hasta dónde compartes la lucha de las mujeres?

Lo que no creo es esa idea de que las mujeres somos más perras, más bárbaras; no estoy de acuerdo en eso; creo que esa lucha no consigue nada.

Muchas mujeres han decidido salir a la calle para exigir un alto a la violencia ¿qué opinas de ese movimiento?

Las mujeres se levantan, muchas veces, porque las leyes de México no funcionan como deberían. Pero creo que hay otras formas de levantarse para conseguir las cosas. No creo que el método de las feministas sea el mejor. Creo que así no se consigue nada.

Yuri no cree en la mujer abnegada que debe soportar la infidelidad de su pareja.

En este momento, la cantante tiene cinco trabajos. «Y si pudiera vender tacos electrónicos afuera de Televisa los lunes, ahí estaría», dice con entusiasmo. El domingo se estrena «¿Quién es la máscara?», reality en el que se desempeña como investigadora (tiene que adivinar qué famosos se esconden detrás del disfraz), el mes próximo tendrá funciones especiales en la obra «Cats», el fin de semana tiene gira solista y la semana próxima gira con las Pandora. Pero antes, el viernes estrena un dueto con Natalia Jiménez llamado «Una mentira más».

Con un video grabado en la hacienda de Tekik de Regil, en Mérida, la letra del tema es a propósito de una mujer que descubre que su esposo la engaña.

¿Por qué crees que estos temas siguen de moda?

Porque el adulterio, el engaño, es un tema que está de moda. Se refiere a una realidad que vivimos en la que a veces las mujeres aceptan quedarse ahí, con ese hombre, porque dicen que ellas son la catedral y que las otras con capillitas. ¡No mujeres! Ustedes tienen un valor y un amor propio.

¿La canción tiene un mensaje para esas mujeres?

La mujer engañada no es un tema que me gusta tocar tan seguido pero es una realidad. Si acepté hacer esta canción es por un pretexto para decir a las mujeres que se amen, que no tienen que estar con un hombre que las engaña. Si te quedas, entonces ¿dónde queda tu valor de mujer? Acepté hacer esta canción porque es un tema que está muy de moda.

¿Crees que tienes un compromiso de dar voz a la mujer?

Yo sé que la mayor parte de mis seguidores son mujeres. En redes sociales el 80% de mis fans son mujeres. Y con ellas tengo la obligación de ser neta, honesta.

Yuri cree en envejecer con dignidad. «Yo soy una persona que si se pone peluca en televisión, lo dice: ‘Sí, yo tengo nada más tres pelos’. O si traigo pompas postizas, lo digo también. No soy la primera ni la última».

¿De qué tamaño es entonces tu ego?

Cuando era chiquita era muy grande. Quería siempre ser la ganadora. Pero si ahora me preguntas si quiero ser la número uno, te digo con honestidad que no.

¿Pero sí has dicho una mentira en la que te cacharon?

Claro. Pero he aprendido a hablar con verdad. Aunque a veces mi esposo me cacha porque le digo que voy a la farmacia y en realidad voy a comprar zapatos.

JIMÉNEZ, SIN PIEDAD CON EL INFIEL

Desde el primer encuentro, Natalia Jiménez y Yuri tuvieron puntos en común. Las dos tienen una voz poderosa. Las dos son mujeres fuertes. Y, no menos importante, las dos tienen un lenguaje florido.

«Es que yo viví muchos años en México y aprendí todas las palabras malas… y las buenas también», dice Natalia en broma.

¿Fue fácil adaptarse para trabajar juntas?

No nos conocíamos en persona pero de inmediato nos dimos cuenta de que somos muy parecidas. Nos gusta botarnos de la risa y expresarnos con groserías… aunque ella es más fresa.

¿Compartes el mensaje de la canción?

Claro. Si te ponen los cuernos hay que mandarlos a su casa o a la de sus madres. Hay que cortar por lo sano, a rey muerto rey puesto… hay que cambiarlo por otro porque lo volverá a hacer.