Muchas veces hacemos cosas (o nos la saltamos) en nuestra rutina de belleza que nos estropean todo el resto del maquillaje; te decimos cuáles son

Gula, avaricia, soberbia, ira, lujuria, pereza y envidia. Estos siete considerados los mayores pecados considerados por la iglesia, sin embargo, si a mí me pidieran definir los siete pecados magnánimos de la belleza, serían:

Rubor. Nunca apliques el rubor en el centro de las mejillas y mucho menos en forma circular, éste se debe aplicar siguiendo el hoyuelo del pómulo.

Adiós a labios oscuros. ¡No lo hagas! Estos te hacen parecer mayor. En cambio, si eliges un labial en tonos neutros, nudes y con brillo, conseguirás un look más fresco.

Delineado Éste, por debajo de las pestañas, hacen la mirada mayor y le dan un aspecto cansado.

Polvo. Recuerda que puede ayudarte mucho con el brillo pero si aplicas de más conseguirás que resalten tus pequeñas arrugas y las líneas finas de expresión y no creo que quieras verte 20 años mayor; por ello utilízalo únicamente en la nariz y barbilla con ligeros toquecitos para matizar y disimular poros y brillos.

Protector solar. Siempre lo diré: es súper importante que lo utilicen si no quieren arrugarse tan rápido.

Desmaquillante. No desmaquillarte antes de dormir daña demasiado la piel, por ello es mejor darse cinco minutos para lograr una piel saludable, limpia, joven y bonita durante más años.

Cejas. Olvídate de las cejas fina, la última vez que estuvieron de moda fue durante la década de los años 70 ¡y menos mal! Unas cejas bien definidas y diseñadas, pero pobladas, son básicas para no aparentar más años.