A pesar de las advertencias que nos han hecho sobre el estrés, parece imposible que en algunos momentos de la vida evitemos caer en este estado emocional.
Los problemas laborales, las relaciones y las dificultades financieras son solo una mínima parte de los factores que pueden provocarlo.
Lo más preocupante es que es tan común y habitual en el diario vivir que muchos prefieren ignorar sus síntomas hasta que, aparentemente, desaparezcan por sí solos.
Lo cierto es que su tratamiento es muy importante y debe llevarse a cabo partiendo de su origen y todo aquello que influye en su desarrollo.
Por esta razón es primordial conocer cuáles son las causas y en qué momentos se pueden estar ignorando.
A continuación queremos compartir 6 de ellas para que las tengas en cuenta a partir de ahora.
El uso desmedido de los dispositivos electrónicos se ha convertido en uno de los que más influyen en los continuos episodios de estrés en la población.
La mayoría prefiere ignorarlo pero, pasar largas horas frente a una pantalla provoca tensión muscular, dificultades para alcanzar el sueño y ansiedad.
Además, el estar pendientes de los mensajes de texto, las notificaciones y demás actividades también genera una sobrecarga emocional que pocas veces se nota de inmediato.
Por este motivo se recomienda reducir su uso al día, o bien, hacer pausas periódicas en las que se realicen otro tipo de actividades.
2. Intolerancias alimentarias
Un gran porcentaje de la población no conoce cuáles son las reacciones de su cuerpo ante determinados tipos de alimentos.
Las alergias o intolerancias alimentarias conducen a reacciones indeseadas que, además de manifestarse a nivel físico, también afectan la parte emocional.
Es común sentir dificultades estomacales, vómitos y alteraciones en la piel; sin embargo, también pueden provocar fuertes dolores de cabeza, tensión e irritabilidad.
Todo el malestar físico, sumado a los efectos emocionales, puede provocar episodios graves de estrés que, de no ser controlados, podrían derivar en otros trastornos.
Las intolerancias más comunes en los adultos son a:
- Los mariscos o el pescado
- Los frutos secos (sobre todo, los cacahuetes)
- Los lácteos
- El gluten
- Los cítricos
- Los condimentos
3. Amistades tóxicas
Muchas personas no alcanzan a darse cuenta de que sus continuos sentimientos de estrés y aburrimiento están relacionados con sus malas relaciones sociales.
Tener amistades tóxicas impide dar pasos importantes y se convierte en un obstáculo que, a su vez, puede inducir a círculos de negatividad.
Y es que, aunque algunos no alcanzan a notarlo, algunas personas son envidiosas, interesadas o tan mediocres que lo único que hacen es transmitir malas vibras.
Si bien no es fácil alejar a quienes ya están, saber identificarlos en clave para evitar que se conviertan en una causa de estrés.
4. Demasiado desorden en la casa
El desorden en los diferentes espacios de la casa es uno de los motivos de estrés que más se ignoran.
La acumulación de polvo, la suciedad y el mantener todo fuera de su sitio puede, indirectamente, influir en el estado emocional de cada uno.
Y es que no hay nada mejor que sentir el ambiente fresco, limpio y, sobre todo, agradable.
Por esto, se recomienda hacer una limpieza general diaria y, de vez en cuando, cambiar la distribución para conseguir un aspecto renovado.
5. La soledad
En la época moderna, las comunicaciones y la tecnología han provocado un aislamiento social en miles de personas en todo el mundo.
Las relaciones humanas han sufrido un gran deterioro, el contacto real ha disminuido y, aunque ha incrementado la conexión virtual, muchas personas han caído en la soledad.
Si bien en algunas ocasiones lo mejor es tomarse un tiempo a solas, permanecer en este estado puede provocar estrés y depresión.
Es muy importante aprender a desconectarse y procurar mantener un círculo social que brinde energías positivas.
6. Enfermedades
¡Cuidado! Permanecer estresados no solo conduce al desarrollo de varios problemas de salud, sino que además puede ser un indicio de alguna patología.
En ocasiones las enfermedades se manifiestan inicialmente a nivel emocional, por lo que es habitual sentir tensión, irritabilidad y ansiedad.
No poder controlar el estrés debe ser un motivo de consulta médica, sobre todo si se manifiesta con otros síntomas.
¿Identificas alguna causa? Si es así, más te vale tomar las medidas oportunas antes de que el problema te saque ventaja.
Recuerda que pueden haber muchos otros factores influyentes, por lo que es necesario analizar todos los aspectos.
