A pesar de ser considerada uno de los rostros más bellos en la historia de la televisión iberoamericana y de ser la protagonista de Los ricos también lloran, calificada como la telenovela más vista en el mundo, Verónica Castro también fue víctima de las infidelidades en más de una ocasión, según reveló la actriz en entrevista con la revista argentina SU. Castro era apenas una niña cuando sufrió los primeros estragos de una infidelidad: la que su padre Fausto Sainz había cometido con su esposa, Socorro Castro, hecho que derivó en la desintegración de la familia y que provocó a la pequeña sus primeras angustias.

«Éramos una familia muy pobre, mi papá nos abandonó porque lo cachamos en un desliz, vivíamos mis tres hermanos, mi madre y yo en un cuartito de servicio alquilado, yo tendría ocho años. Doña Socorro, mi mamá, tuvo que salir a trabajar como empleada pública y como yo era la mayor me hice cargo de la casa» recordó. Los años pasaron y Verónica incursionó al mundo de la televisión.

Después de varios años, logró formar parte del elenco de Operación jaja, donde conoció a Manuel Loco Valdez, de quien se enamoró y con quien procreó a su primogénito Cristian, aunque en condiciones poco favorables ante el desentendimiento del comediante y nuevamente la infidelidad. «Fue un shock terrible y más cuando me enteré de su verdadera vida. Tenía pareja y había tenido como ocho parejas más, y Cristian iba a ser el hijo número 13 que tendría», reprochó.

En 1979 conoció a Enrique Niembro, con quien procreó otro hijo, al que puso por nombre Michel, aunque la historia también fue decepcionante. «Era un empresario bodeguero que no tenía nada que ver con el ambiente artístico, creí que esta vez acertaba y quedé nuevamente embarazada, pero no resultó lo que yo esperaba, porque otra vez era un hombre casado y tenía varios hijos con otras», lamentó.

Al hablar sobre sus amoríos con figuras públicas se refirió al actor Jorge Martínez, a quien conoció en 1982 cuando viajo a Argentina para protagonizar, junto a este último, la telenovela Verónica: el rostro del amor. «No fue tanto enamoramiento, sino que yo estaba sola en Buenos Aires y no encontraba mi lugar, él se soltó muy platicador conmigo, muy cariñoso y yo me aferré a él porque me sentía acompañada. La relación duró tres meses, los tres que hicimos juntos la telenovela. Me confundí, fue un espejismo», detalló.

Ya en los noventa volvió a ser víctima de una nueva infidelidad, ahora por Omar Fierro, con quien protagonizó la cinta Dios se lo pague. «Con Omar tuve una relación de casi tres años.

Él empezaba la carrera de actor y yo lo ayudé, así que no lo elegí por rico o por exitoso. Un día lo pesqué que me estaba poniendo los cuernos y lo mandé a la mierda», enfatizó. Según la también conductora, las amargas experiencias vividas han arrojado como resultado que prefiera mantenerse lejana al amor, por precaución a un nuevo engaño. Ahora, a sus 61 años de edad, prefiere la soledad y su espacio.