Tuxtla Gutiérrez, Chis. (Agencias).- Pescadores y miembros de la Comisión Natural de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) atraparon este jueves al cocodrilo de 3.32 metros de longitud que el pasado domingo atacó a cuatro jóvenes en la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, de los cuales uno de ellos fue devorado por el reptil.

Los hechos ocurrieron el 12 de marzo, cuando cuatro jóvenes, de alrededor de 18 años de edad, entraron a la zona de pesca de la Sociedad Cooperativa Los Cerritos, sin conocimiento de los socios de la misma.

Los jóvenes estaban pescando, cuando un cocodrilo los atacó y se llevó a uno de ellos. Los otros tres lograron escapar para regresar a la comunidad y pedir auxilio.

Tras cuatro días de búsqueda del ejemplar para trasladarlo a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) y así evitar que vuelva a atacar a las personas, la CONANP dio a conocer que alrededor de las 14:00 horas de este día fue capturado el animal que atacó a los jóvenes.

Dijo que se trata de ejemplar de río (Cocodrylus acutus), macho. La principal razón del ataque fue que el pescador entró a una zona que desconocía y que es además lugar de tránsito y anidación de la especie.

El cocodrilo fue capturado por el personal de la CONANP, a través de una trampa con carnada para atraerlo, inmovilizarlo y facilitar su manejo.

Su identificación fue posible ya que se encontró justo enfrente del sitio del ataque, y de igual manera sus dimensiones lo confirmaron: es un cocodrilo macho que mide 3.32 metros.

En la acción, participaron 11 personas: dos expertos en el manejo de cocodrilos de la Comisión, cinco miembros de la brigada de contingencias ambientales de la propia CONANP, y cuatro voluntarios de comunidades del municipio de Acapetahua que han recibido capacitación previamente para el manejo de este tipo de situaciones.

El cocodrilo fue transportado a las oficinas de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada y hoy mismo será trasladado a una UMA, del centro del estado de Chiapas -con el acompañamiento de Profepa-, en donde quedará en resguardo de manera permanente.

La CONANP dijo que continuamente implementa estrategias identificación, prevención, monitoreo y manejo para lograr la convivencia y mayor conocimiento de la especie, con la finalidad de reducir los riesgos de ataque y conservarla.

Para el ambientalista y residente de la zona núcleo de la Reserva, Humberto Yee, este no es el primer ataque de cocodrilos en la zona.

Recordó que a principios de noviembre pasado, un gran cocodrilo atacó y devoró a un anciano que se encontraba pescando.

Expuso que hace seis años su familia vivió en carne propia el ataque de un cocodrilo a uno de sus primos, quien perdió su brazo.

“Fue el principio de una serie de ataques que se han dado en nuestra reserva, desde ese entonces nosotros entendimos que era necesario hacer un plan de manejo de la sobrepoblación de cocodrilos de nuestra reserva, la especie ya se conservó ahora viene evitar los conflictos”, indicó.

“(A) los líderes de las comunidades de Acapetahua sugerimos un plan de manejo de la especie para controlar su población, algo de lo cual se quedaron en cartas de buenas intenciones con los delegados de la CONANP, Profepa, Semarnat, gobierno del estado y hasta aquel gran caza cocodrilo que fungía como director del Zoomat y del que más sabía de cocodrilos en México, pero nos han ignorado”, dijo Yee.

Señaló que los ataques de estos animales se pudieron evitar si hace seis años se les hubiera hecho caso.
“De todo esto, los cocodrilos no tienen la culpa, tampoco los vamos a satanizar; mi primo Javier, al contrario, siguió conviviendo con ellos y sirvió de guía un tiempo llevando a los turistas a observar a los grandes cocodrilos”, indicó.

Alertó que la especie en los próximos años podría sufrir gran descenso en sus poblaciones, pues “la gente no está viendo con buenos ojos a los cocodrilos y lo peor es que se empieza a dar un mercado negro de consumo de sangre de este reptil y los caimanes; en muchas comunidades ya empieza la gente a consumir carne de cocodrilo, y claro otros son trampeados en zonas de gran presencia de pescadores ribereños”.

“Creo que es una lástima que a los cocodrilos de la reserva se les vaya a extinguir sin que se le diera un uso. Lo peor, el ecoturismo puede ser una vía para su conservación y sacar de la pobreza a muchas comunidades de nuestra reserva sobre todo El Hueyate, donde ha sido nula la inversión de las autoridades a proyectos de ecoturismo, y bien las comunidades pesqueras se les podría llevar umas de este reptil que es un negocio en rápido crecimiento en el mundo”, concluyó.